Todavía podemos ver en las calles las altas emisiones contaminantes de autos, camiones y buses que día a día contaminan nuestro ambiente. La falta de una seria regulación a empresas de buses de locomoción colectiva y, aveces, la baja preocupación de sus propios dueños, son la causa de graves problemas de la salud a las personas. Es por esto que, hace un par de semanas atrás, el SEREMI de salud comenzó a fiscalizar (al parecer, al azar) y concluyeron con esto:
“Retiran de circulación a 3 buses por excesivas emisiones de gases en Gran Concepción”
(link aquí)
Esta bien, ya no andarán rondando estos 3 buses en nuestra ciudad, pero ¿De qué sirven estas medidas? Fácilmente, la respuesta puede ser que ya no estarán rondando estos buses por la ciudad (probablemente sean vendidos a otras ciudades más pequeñas o pueblos). Pero por qué no planificamos formas para que el servicio de transporte sea más efectivo, donde los paraderos sean más fluidos y eficaces, en que las micros no tengan que hacer “carreras”, o como ya lo dije anteriormente, que exista una verdadera regulación, un diagnóstico a futuro para determinar la fecha tope y así evitar que no anden circulando más tiempo si están contaminando más de la cuenta.
Es desmotivante seguir creyendo a una sociedad basada en puros castigos y multas que no son relevantes a los grandes inconvenientes que generan, y no en la prevención de problemas en el ambiente, ya que pareciera que si seguimos así, el tema de la polución ambiental no tiene solución. Además de la falta de importancia a estos temas, los cuales son una amenaza a corto y largo plazo.
[…] de edad” tienden a emitir más emisiones de CO2 como fue escrita en el post “Castigando el Smog“, además de ser más incómodas y quizás, más […]