A opinión personal los servicios públicos deben ser sobrios, para que estos sean aceptados por todo tipo de personas, que no destaquen ciertos gustos y haya ausencia de otros, en otras palabras, un servicio sobrio, normal, sin adornos o “enchulado”porque por algo son públicos, que sean aptos para para todos. Pelajes, bolsa de disco, hologramas, stickers, colores y luces fluorescentes son un ejemplo de ello.
Para alimentar el aburrimiento, en mis viajes en locomoción colectiva, me he colocado en el lugar de los turista que viene a una ciudad como Concepción y que se suba a una micro. Probablemente muchos estamos casi acostumbrados escuchar música del celular de algún pasajero que cree que todos disfruta de su aporte musical , choferes que combaten la velocidad del sonido y de los pequeños adornos de las micros. Pero no estos visitantes, los cuales se llevarán esta impresión de Concepción.
fotografía: Florencia Lo Re (flickr)